El impacto social de la crisis por COVID, ONCE
Para las personas afiliadas a la ONCE la pandemia supuso añadir nuevas barreras a las ya existentes, a modo de ejemplo:
Mantener la distancia social para una persona con discapacidad visual grave resulta complicado. Es inevitable que en determinadas circunstancia una persona con discapacidad visual necesite la ayuda del público y las personas afiliadas a la ONCE saben cómo cogerse al brazo de una persona que le presta ayuda, con el mínimo contacto.
El teletrabajo o la formación a distancia se fueron imponiendo en los meses del confinamiento esto supone que las páginas web, APPs o cualquier otra herramienta o medio de información debe de estar diseñado para que cualquier persona pueda utilizarlo.
P. La irrupción de la pandemia del Coronavirus ha producido un cambio profundo para toda la sociedad, destapando carencias ocultas. ¿Las personas con discapacidad visual se han encontrado con nuevos retos que afrontar?
La visión de las personas afiliadas a la ONCE presenta una gran variabilidad. Algunas no ven nada, otros solo distinguen objetos y personas a distancias muy próximas (inferiores a esos 2 m), a otros les afecta la falta o el exceso de luz, otras sólo ven a una persona o un objeto si se sitúa dentro de su campo visual, etc. Mantener la distancia social para una persona con discapacidad visual grave resulta complicado. El bastón no alcanza los 2 metros, que se aconsejan, y si las personas, en cualquier situación, se mantienen en silencio, dificulta aún más el localizarlos.
En ciertas situaciones, una persona con discapacidad visual necesita la ayuda del público y a veces, también, establecer contacto físico, siempre recibimos el apoyo, la solidaridad de la sociedad. Muchas indicaciones pueden darse verbalmente, utilizando un lenguaje claro y conciso («gire a la derecha» o «parece que yo soy el último de la fila») evitando expresiones vagas como «está allí» o «cuidado». En el caso de necesitar contacto físico, las personas afiliadas a la ONCE saben cómo cogerse al brazo de una persona que le presta ayuda, con el mínimo contacto.
P. ¿Ha constituido la pandemia una barrera adicional?
Acudir a locales públicos o privados, para cualquier gestión o actividad de la vida diaria, para las actividades habituales como utilizar el trasporte, acudir al centro de estudio, al centro de trabajo, hacer la compra etc. con la implantación de señalización, establecimientos de colas, instalación de mamparas, o el poder localizar las nuevas zonas de higienización de manos nos dificulta nuestra autonomía al perder el contacto, las referencias, localizar a las personas para solicitar atención, o poder acercase cuando se cuenta con un resto visual.
Esta situación aceleró el teletrabajo en algunos sectores no en todos es posible y la enseñanza a distancia, esto solo es posible utilizando plataformas accesibles. Las páginas web, APPs y cualquier otra herramienta o medio de información, debe ser diseñada para que cualquier persona pueda utilizarla y acceder a ella.
Aunque estamos en una nueva realidad, desde ONCE damos las gracias a la sociedad por seguir apoyándonos a las personas ciegas y deficientes visuales y por su solidaridad.
Entrevista publicada en el revista serCapaz Nº 71 de COCEMFE Asturias.
Cómo actuaron las entidades del Tercer Sector ante la crisis por COVID
CÁRITAS Asturias, Cruz Roja Asturias, Plataforma del Voluntariado