El movimiento CERMI exige garantizar el “pleno derecho humano a la salud” de las personas con discapacidad “sin excepciones”

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) y la Fundación CERMI Mujeres (FCM) exigen garantizar plenamente “el derecho humano a la salud” de todas las personas con discapacidad, “sin discriminaciones ni excepciones y con enfoque de género”.

Esta es la principal reivindicación del CERMI y de la FCM en el manifiesto que han elaborado con motivo de la conmemoración el 3 de mayo del Día Nacional de la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, un texto que este año centran en el derecho a la salud sin discriminaciones ante la crisis desatada por la pandemia de coronavirus.

A petición del movimiento CERMI, el Gobierno de España aprobó en febrero de 2019 la declaración oficial del 3 de mayo como Día Nacional de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, al ser la fecha en la que entró en vigor este tratado, en 2008. El objetivo de esta jornada es contribuir al conocimiento, la difusión y la toma de conciencia acerca de esta Convención y sus principios, valores y mandatos, extendiendo la cultura y la práctica de los derechos humanos en la esfera de las personas con discapacidad.

Ante la pandemia que se está viviendo, el movimiento CERMI centra este año su manifiesto en el derecho a la salud, reclamando que no haya discriminaciones, porque “todas las vidas tienen el mismo valor”.

En el manifiesto de este año, el movimiento CERMI recuerda que la Convención de la ONU es de obligado cumplimiento por parte de los Estados que la han ratificado, entre los que se encuentra España. Así, destaca los mandatos de garantizar el derecho a la atención sanitaria sin discriminaciones (artículo 25), al tiempo que insta a adoptar las medidas necesarias para proteger adecuadamente a las personas con discapacidad en situaciones de emergencia (artículo 11).

MISMO VALOR Y DIGNIDAD

En este sentido, denuncia “cualquier práctica, recomendación o política clínica que discrimine a las personas con discapacidad en el acceso a los cuidados de salud y en los servicios sanitarios (en este caso tratamientos contra el COVID-19),  porque nunca se repetirá bastante que todas las vidas humanas tienen el mismo valor y dignidad”.

El CERMI y la FCM Advierten de la situación de las personas mayores con discapacidad, “que están sufriendo esta pandemia en carne propia de forma más virulenta y cuyos derechos humanos se están no solo cuestionando, sino negando del modo más despiadado, a favor de una pretendida eficiencia del sistema, ante la escasez de recursos y la elevada presión asistencial”.

Asimismo, piden que se garantice la accesibilidad (cognitiva y sensorial) en todo momento de la información sobre la pandemia, para que las personas con discapacidad conozcan recomendaciones para evitar contagiarse, reconocer síntomas o tomar sus propias decisiones en lo que a la atención sanitaria se refiere.

El movimiento CERMI también reclama que se provea de recursos humanos y materiales suficientes a los servicios de personas con discapacidad, garantizando la seguridad tanto de las personas trabajadoras como de las usuarias. También solicita que se garantice la continuidad de los apoyos de las personas con discapacidad, incluida la atención temprana, y el acceso a la reparación y recambio de pilas y baterías de materiales de apoyo para personas con discapacidad, fundamental para su calidad de vida.

PERSPECTIVA DE GÉNERO

Por otro lado, demanda que la perspectiva de género presida la gestión de esta crisis, en la que se cuente con las mujeres y niñas con discapacidad y que incorporen acciones que protejan a las madres y cuidadoras, “para que esta emergencia no repercuta de forma desmedida en ellas: por la salud, por la violencia de género y por cuidar de los demás”. Además, pide prestar especial atención a las mujeres en mayor riesgo de exclusión, como las que tienen discapacidad psicosocial o enfermedades crónicas, así como las mujeres con depresión posparto.

Avanzar hacia un espacio sociosanitario común inclusivo; mantener los servicios de detección y diagnóstico precoz de la discapacidad; tratar de que se mitiguen en lo posible los efectos del confinamiento en determinadas personas con discapacidad, y la importancia de que la UE dé una respuesta que “encabece” la lucha contra esta crisis son otras prioridades expresadas por el movimiento CERMI.

El manifiesto elogia, igualmente, el esfuerzo de las familias de personas con discapacidad, de las organizaciones del tejido asociativo  y del conjunto de personas trabajadoras y voluntarias del sector.

Más Info cermi.es

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