La ONU urge a los gobiernos a “repensar” los apoyos sobre los servicios de discapacidad para favorecer la vida en comunidad
La relatora especial de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, Catalina Devandas, hizo un llamamiento este miércoles para que los gobiernos de los Estados, junto a las entidades de la discapacidad, “pongan todos sus esfuerzos en repensar cómo vamos a brindar los apoyos a las personas con discapacidad fuera de los centros institucionalizados”, algo que, en su opinión, es “más necesario que nunca” ante las consecuencias de la pandemia en esta parte de la ciudadanía.
En estos términos se expresó Catalina Devandas durante el encuentro online ‘La institucionalización de mujeres con discapacidad en tiempo de confinamiento’, el séptimo webinario del ciclo ‘No estás sola’, una iniciativa de la Fundación CERMI Mujeres (FCM) que cada semana, durante la pandemia, trata un tema diferente y favorece la participación y el acompañamiento de las mujeres con discapacidad y de las madres y cuidadoras. Esta sesión contó con un importante número de mujeres inscritas de España, Latinoamérica y varios países europeos.
Se necesitan soluciones que sean más acordes con los derechos humanos
A juicio de la relatora de la ONU, “no se trata de embellecer modelos anteriores, que se ha demostrado que nos fallan, sino que tenemos que buscar soluciones que sean más acordes con los derechos humanos”. Así, Devandas lamentó la cantidad de personas que han perdido la vida en centros residenciales de personas con discapacidad, “que se han convertido, en muchos casos, en focos de infección, en verdaderas trampas” durante los peores momentos de la pandemia.
Por ello, apeló a contar con todas las partes, incluidos los recursos actuales, para impulsar acciones como el refuerzo de la asistencia personal y la provisión de apoyos para que cada persona pueda elegir si quiere vivir en comunidad, “cerca, por ejemplo, de sus familias”. Igualmente, alertó de la discriminación interseccional que sufren las mujeres y niñas con discapacidad, por lo que se debe tener en cuenta el enfoque de género en todo momento.
En este sentido, la vicepresidenta ejecutiva de la Fundación CERMI Mujeres, Ana Peláez, pidió “desterrar la idea de que la institucionalización es lo mismo para hombres que para mujeres”, ya que, de entrada, la población femenina con discapacidad es un porcentaje mayor que el de hombres con discapacidad, una diferencia que se agudiza a edades avanzadas. Por ello, pidió tratar este tema desde la “doble perspectiva de género y discapacidad”.
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