El sector de la discapacidad, radicalmente en contra de la desaparición de las pensiones no contributivas
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha expresado su categórica oposición a la desaparición de las pensiones no contributivas de la Seguridad Social, en sus dos modalidades de jubilación e incapacidad, mediante su integración en el sistema del ingreso mínimo vital (IMV), como se ha insinuado desde el ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
Las pensiones no contributivas deben seguir existiendo con regulación y fisonomía propias, ya que atienden, desde los años 90 del siglo pasado, realidades sociales muy estables dignas de la máxima protección y no pueden difuminarse en una nueva prestación como el IMV en ciernes, respecto de la que tendrá que pasar todavía mucho tiempo para saber si se consolida y en qué términos.
El CERMI exige que cualquier decisión sobre las pensiones no contributivas sea fruto del diálogo previo y el acuerdo con los agentes sociales y con los sectores cívicos más afectados.
El IMV, además, en su ordenación actual, ha sido muy poco sensible a las situaciones de discapacidad y de edad avanzada, por lo que cualquier inserción de las pensiones contributivas en el mismo representaría una pérdida objetiva de protección para las personas mayores y con discapacidad en estado de gran necesidad, que son las ahora cubiertas por estas pensiones.
El CERMI exige que cualquier decisión sobre las pensiones no contributivas sea fruto del diálogo previo y el acuerdo con los agentes sociales y con los sectores cívicos más afectados, como el de las personas mayores y el de las personas con discapacidad, y que en ningún caso ha de pasar por su extinción o integración en el IMV.
Las pensiones no contributivas ya se financian con impuestos, no con cotizaciones, por lo que no puede aducirse este motivo para su replanteamiento.